Para la adquisición de antiguedades, el valor emocional que conllevan ha llegado a cobrar una gran importancia.
En los días que vivimos, en los que la economía tiene tendencia a un periodo de recesión obliga a concentrar las inversiones en valores que proporcionen una seguridad y una alta rentabilidad a largo plazo. Esta seguridad la han proporcionado históricamente las antigüedades y el arte. Si usted desea invertir en antiguedades, compre con el corazón de un coleccionista pero con la mentalidad de un inversor.
Esto significa que usted debe comprar antiguedades que le den una satisfacción emocional, pero que a su vez tengan un valor real en dinero. El valor de los objetos antiguos suele ser bastante superior al precio estipulado por los antcuarios, porque una antiguedad nos relaciona con un espacio en tiempo, un lugar y unas personas que vivieron y usaron esos objetos.